viernes, 18 de abril de 2014

Una dosis de morir para servir

Recientemente tuve el privilegio de predicar en La Fráter Roosevelt el tema Para Jesús él servir fue morir.
Les dejo la prédica en 10 frases 

Juan y Jacobo sabían que el más grande en el reino de los cielos era el más pequeño, pero no lo practicaron al pedir estar en los mejores lugares celestiales. Una cosa es saber y la otra es hacer.

 

Los otros 10 discípulos al ver la petición de Jacobo y Juan se indignaron, porque pensaron que se habían quedado sin  los mejores lugares.

Jesús con paciencia al ver que no estaban entendiendo su mensaje, los llamó y les dió una lección de vida. Dios sigue hablándonos y teniéndonos paciencia.

La naturaleza humana es abusar del poder y la autoridad, la naturaleza de un discípulo de Jesús debe de ser de humillación y de servicio

Jesús dejo su posición en el Cielo, demostrándonos así la disposición de reconciliar al hombre con Dios. 

Para Jesús el servir fue morir. ¿Qué es para mí el servir? Posición o disposición

Para poder rescatarme Jesús se hizo hombre,  lo humillaron, lo trataron como delincuente, lo insultaron, lo lastimaron y como que si todo esto fuera poco lo crucificaron. 

Me demostró su amor sirviendo, le demuestro mi amor sirviendo.

Cada vez que le sirva a Dios, sírvale pensando que ese puede ser su último día.

Involucre a sus hijos, familiares y amigos en el servicio a Dios.

martes, 8 de abril de 2014

Una dosis de Juan


Juan nos presenta a un Jesús que siempre su intención fue presentar las buenas nuevas del evangelio.

Sus conversaciones directas con  la mujer samaritana, con  Zaqueo, con la mujer adúltera que fue sorprendida en el acto de adulterio, con el ciego de nacimiento, demuestran que  perseguía que se salvaran y creyeran en Él.

En estas conversaciones nunca  los humillo, tampoco los condeno, en estas conversaciones les demostró el amor que sentía por el pecador.

Jesús no tenía permitido hablar con la mujer samaritana, más su compasión era  más grande, y se presenta ante ella como el único que le podía quitar la sed de por vida.

La conversación con Zaqueo, se da sin importar que Él es un fariseo, recordemos que la mayoría de fariseos no creyeron en Él.

La mujer que es sorprendida en el acto de adulterio debía  morir apedreada, pero Jesús de una manera muy interesante, se deshace de todos los que la acusaban. 

La conversación con el ciego de nacimiento,  fue llena de compasión, y luego de este recibir la vista, cree en Jesús, la sanidad es sorprendente, pero aún más, la salvación del ciego.

Presentemos a Jesús como Él Salvador, mientras estemos aquí en la tierra. Recordemos que Él es el único quien puede dar vida eterna.


martes, 1 de abril de 2014

Una dosis de Marcos




Al terminar la lectura de Marcos me queda claro que

Jesús fue el Líder de líderes,

Jesús enseñaba con autoridad y las personas se deleitaban en escucharlo.

El liderazgo que Jesús enseño fue un liderazgo que aceptaba a pecadores, como al recaudador de impuestos, con el objetivo de darles una nueva vida.

Fue un liderazgo que al ver a la multitud, tuvo compasión  de ellos, porque los vio como ovejas sin pastor.

Fue  un liderazgo que, no buscaba lo más fácil, sino al contrario, lo más complicado,  servir a los demás.  Si, lo más fácil era despedir a las más de 5000 personas que fueran a buscar comida, pero Jesús no busco lo más fácil, sino lo más desafiante, que fue darles de comer.

Si, lo más fácil era dejar las enramadas que Pedro le ofreció y quedarse en la transfiguración, pero Jesús sabía que tenía que volver para su misión cumplir, que era morir.

Jesús mostró un liderazgo donde era más importante el corazón y lo que había en él, que el montón de rituales.

Jesús modelo un liderazgo de negación personal.

Jesús  estableció que el que quiere ser el primero debe de servir a los demás.

Jesús no estableció un liderazgo donde Él se sirviera a expensas de otros, donde Él fuera atendido como Rey, no olvidemos que Él era Rey, pero a pesar de eso Él sufrió como un delincuente.

Si, lo más fácil era pedir un ejército de ángeles y no morir, pero Jesús escogió lo más difícil, la muerte más humillante.

Imitemos ese liderazgo que está dispuesto a negarse, a morir, a servir, a tener compasión, a cuidar a nunca ser reconocido con tal que Dios sea glorificado.