lunes, 24 de enero de 2011

Una dósis contra el orgullo

La Real Academia Española, define la palabra orgullo de la siguiente manera Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas”. El orgullo trae destrucción y no pertenece a la vida del cristiano.

El orgullo nos hace creer que somos los mejores, nos hace pensar que nosotros hacemos las cosas mejor que nadie, nos hace pensar que todas nuestras ideas son las mejores y que deben ser aplicadas siempre. Nos hace pensar que en todo tenemos la razón.

Hay varios signos específicos del orgullo en una persona, la lista es larga. A continuación veremos algunos de ellos:

  • Arrogancia
  • Auto promoción
  • Falta de dar a Dios y a los demás
  • Actitud egoísta
  • Se rehúsa a escuchar el consejo de otros
  • Falta de sumisión a los que están en autoridad
  • Comportamiento rebelde
  • Falta de humildad hacia Dios y los demás
  • La inhabilidad de recibir cumplidos y regalos
  • Creer que todo gira entorno a uno mismo

Para combatir el orgullo en nuestras vidas debemos de reconocer que somos simples mortales y que todo gira alrededor de Dios. Todo lo que tenemos y somos es por la misericordia de Dios.

Combata el orgullo humillándose delante de Dios.