Recientemente leí el Evangelio de Mateo, basado en esta lectura les escribo lo siguiente.
Por
el resto de mi vida quiero seguir a Jesús, quiero dejar al instante todo lo que me aparte
de Él, como lo hizo Pedro y Andres.
Quiero
poner en práctica en cada momento lo que Jesús enseño en el Sermón del Monte.
Quiero
ser como Él, con una pasión por los
pecadores, que incluso escandalice a los cristianos hipócritas.
Quiero
amar a los que Jesús llamo enfermos, obviamente se refería a la vida espiritual,
Jesús vino por ellos.
Quiero
amar a Jesús, que amo incondicionalmente
a sus discípulos a pesar de todos los errores que cometieron y toda la
incredulidad que demostraron.
Eso
me da la tranquilidad que a pesar de mis errores e incredulidades, Él me sigue
amando.
Quiero servir a los demás, como lo hizo Jesús, Él no vino para ser servido.
Quiero
olvidarme de las posiciones y de las posesiones pero quiero acordarme siempre
de sus lecciones.
Quiero
estar atento a su venida, que ese día, me encuentre preparado y listo, que me encuentre
amándole y sirviéndolo, como a las 5 vírgenes con su lámpara bien encendida.
Quiero
ser un discípulo de Jesús que no se queda callado, sino que va por todos lados
haciendo más discípulos de Jesús.
Hermoso.
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